Es arrogante querer comprender y es desconsiderado pretender ser comprendido.
Quiero comprenderte pero no por arrogancia si no porque te quiero amar.
Pero no quiero que quieras que te comprenda porque así me alejarás.
No preguntes porque te quiero amar, que yo no te pido comprender.
Un espacio pequeño con mucho que percibir a través de lo que escribo y que aquí dejaré para ustedes...finalmente es sólo un espacio personal para ser compartido.
domingo, 24 de mayo de 2009
lunes, 18 de mayo de 2009
Llegarás
La ausencia de tu voz,
se convierte en mil silencios,
pero tengo de consuelo,
tu imagen que persiste.
Y el saber que existes,
me deja la esperanza,
de escuchar un día,
tu nombre entre más voces.
Camina tus caminos,
no inventes más motivos,
que yo no necesito,
las razones de tu olvido.
No esperaré en mi casa,
otro diez de mayo,
con años de silencio,
entre muros de sereno.
se convierte en mil silencios,
pero tengo de consuelo,
tu imagen que persiste.
Y el saber que existes,
me deja la esperanza,
de escuchar un día,
tu nombre entre más voces.
Camina tus caminos,
no inventes más motivos,
que yo no necesito,
las razones de tu olvido.
No esperaré en mi casa,
otro diez de mayo,
con años de silencio,
entre muros de sereno.
miércoles, 13 de mayo de 2009
Madrugada
Miro sobre las montañas de color canela,
y recibo deseosa la miel con la cual las bañas,
de tu fuente nueva de humedad eterna,
se alimentan mis ojos, mi ansiedad, mi calma.
Madrugado ser que la mente impulsa,
ha nacido entre dos que jamás besaron,
como besa el sereno de un día que jamás acaba,
que vive en tu voz y en todas tus palabras.
Un abrazo infinito me acaricia el alma,
y el beso que no diste me calienta el cuerpo,
pero más me acoge tu sabor eterno,
tu razón, tu genio, tu batalla interna.
y recibo deseosa la miel con la cual las bañas,
de tu fuente nueva de humedad eterna,
se alimentan mis ojos, mi ansiedad, mi calma.
Madrugado ser que la mente impulsa,
ha nacido entre dos que jamás besaron,
como besa el sereno de un día que jamás acaba,
que vive en tu voz y en todas tus palabras.
Un abrazo infinito me acaricia el alma,
y el beso que no diste me calienta el cuerpo,
pero más me acoge tu sabor eterno,
tu razón, tu genio, tu batalla interna.
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