La ausencia de tu voz,
se convierte en mil silencios,
pero tengo de consuelo,
tu imagen que persiste.
Y el saber que existes,
me deja la esperanza,
de escuchar un día,
tu nombre entre más voces.
Camina tus caminos,
no inventes más motivos,
que yo no necesito,
las razones de tu olvido.
No esperaré en mi casa,
otro diez de mayo,
con años de silencio,
entre muros de sereno.