domingo, 26 de octubre de 2008

La herida se cerró

Cuánto te extraño mi dolor, mi pena,
compañera infalibre de mis días grises,
en que a mi lado llorabas mi llanto,
haciendo que quiera de el despedirme.

Me has abandonado y no debías irte,
pues al alejarte sin dejar un rastro,
me has condenado cerrando la herida,
que debía mantenerme firme.

Con tu compañia este amor sin suerte,
hallaba esperaza de olvidarle un día,
pero al regalarme esta calma inerte,
me has arrebatado de mi vida triste.

Por qué añoro tanto tu sentir extraño?
es algo que sólo este amor entiende,
un amor callado que vivir no quiere,
sintiendo por el lo que el no siente.